Día de la Hispanidad

Ayer celebramos el día de la hispanidad, oh, q bonito, q gran honor. Toda la nación recuerda con orgullo el día en el q un invasor llamado Cristóbal Colón llegó a una tierra q le era ajena, y mediante la superioridad militar impuso una lengua, una religión y una cultura; anulando lo q ahí había. Despreciando las tradiciones y pensamientos nativos, les reeducó en sus pensamientos. Q bien. Y para celebrarlo, anualmente el ejercito español saca a desfilar a sus soldaditos y sus mejores armas: Tanques, helicópteros, tropas, la cabra de la legión (miembro q acompaña a la compañía desde q necesitaban subir la media del coeficiente intelectual) y diferentes cachivaches pagados por todos nosotros. Los cachivaches, su combustible, su tiempo de prácticas, el alquiler de las bases extrangeras cuando se realizan prácticas fuera del territorio español, etc etc. Pero, ¿sabeis qué? Q lo q me mosquea no es solo eso. No es la malísima gestión de mi dinero por parte del estado español, q invierte menos dinero en investigación y desarrollo q la empresa Ford (fuente), no es esa prepotente exibición de fuerza por parte de los militares, no es esa arrogancia de sacar los misiles defensivos a la calle, no, no es solo eso. Lo q me deja anonadado es ver a gente sudamericana agradeciendo a el estado español su invasión, orgullosos con la futura cumbre latinoamericana; despreciando así su historia, sus principios, su cultura, su religión, y lo más importante, sus antepasados, masacrados por parte de unos invasores con una gran superioridad armamentística. Q falta de principios.

Ah, q no se me olvide, ¿habéis visto el anuncio de las fuerzas armadas? Podeis ponerlo en euskera, pero advierto q duele más.