Las vacaciones de verano de 2009 ya han quedado atrás. No hay más remedio que trabajar en agosto, este siempre solitario agosto gasteiztarra, y luego aguantar el golpe de trabajo que llega siempre en septiembre... pero bueno, la verdad es que me lo he pasado pipa: Primero me hice el Camino de Santiago con mi nueva bici (que conste que no tenía intención de comprarme una, pero ciertos hechos me obligaron) y más tarde viajé a Marrakech, desde donde subimos, mochila en hombro, hasta Tanger. De por medio pasé por sitios preciosos, conocí mil y una personas y viví mil y un memorables momentos, y sobre todo llegué a una gran conclusion: No hay mejor manera de conocer un país que coger un vuelo de ida a un sitio y la vuelta desde otro. :)
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