2007/09/21

Baseball! Leon 0 - Granada 15

El año pasado me quedé con las ganas de ver un partido de baseball, me habían hablado muy bien del ambiente que se crea, de las comidas q se pueden comprar, y las enormes borratxeras que se pilla la gente; pero la temporada había terminado. Este año pregunté por la posibilidad de ver un partido, y me dijeron q la liga estaba a punto de terminar, pero aun quedaba un partido por disputar: La final de la liga nicaragüense, precisamente en la ciudad de León: León - Nicaragüa. Llegamos una hora y media antes, y a pesar de eso el estadio estaba abarrotado, pillamos sitio por donde pudimos.

El juego es divertido, pero ver a la peña de aldrededor, más. Uno todo borratxo gritando, el otro haciendose sitio - por donde no era posible - para vender sus gantxitos, el animador del juego insultando a los de Granada... buenas risas. El partido en sí, pues bueno, me pareció demasiado largo, la verdad. Y es que 4 horas de juego más la hora y media de espera es una paliza. Además, el equipo al que animabamos no hizo ni una triste carrera, frente a las 15 que hicieron los oponentes.

Creo que los jugadores decidieron ahogar sus penas en alcohol, porque nos los encontramos a las tantas de la noche por las calles de León... y no me extraña, qué paliza. Pero bueno, que mereció la pena. Ví unos baños que parecían las puertas del aberno, y casi puedo asegurar que lo son; despues de eso ya puedo mear en cualquier baño que en comparación será mejor. En serio.

Entré, y noté los 3 centimetros de meada que anegaban el baño, buena réplica del baño de trainspotting pero en grande. En una esquina un tipo meaba, contribuyendo a ese arrozal de orines; y detrás de la puerta, otro. Doy gracias a <inserte aquí el nombre de su dios preferido> por tener la nariz taponada por los mocos, no quiero imaginar como tiene que oler, especialmente para mi superdesarrollado olfato. Al fondo encuentro 4 puertas, mimetizadas con las paredes por las manchas (de humedad, quiero creer). Abro la primera de ellas, ya que en las otras se veían las cabezas de unos tipos, y me encuentro un famélico perro, lamiendose las heridas. Ni me mira, creo que no le quedan fuerzas. Tenía toda la pinta de coleccionar todas las enfermedades caninas, y le faltaba unicamente una para terminar la colección, esa que acabara por fin con su vida y le dejara descansar. Qué lástima de perro. Yo me meaba mil, asi que a pensar de tener en cuenta que un mordisco de ese animal supondría una inmediata gangrena - y consiguiente amputación - de <inserte aquí su extremidad favorita> me la jugué, y meé por encima de él. Me la jugué y gané, creo que ni se dió cuenta.

En fin, que lo digo una y mil veces, que este viaje no me sive para ver mundo, me sirve para vivir experiencias. Y madre míaqué experiencias. Otro día os cuento como es encomtrarte un tiburón cuando estás buceando.

Bueno señores/as, que la lluvia remite. Creo que ya podré salir a la calle sin miedo de ser llevado por una riada. (Que exagerado soy a veces...)

4 comentarios:

Gorko dijo...

Estos viajes sirven sobre todo para valorar lo que tenemos y dejemos de quejarnos todo el puto dia.

Ondo pasa eta laister arte

Anónimo dijo...

hombre baseball!!! me pasé 11años de mi vida viendo partidos de baseball todos los findes, sabado y domingo...y si, son larguisimooos!!! pero ahora lo hehco un poco de menos...
lo raro es que después de 4horas el equipo no hiciera ni una carrera...nicaragua style supongi!!
muxus
regina

Hariel dijo...

Estoy con Gorko, nos quejamos sin razón

Muakakiss

Anónimo dijo...

Joder que envidia! llevo varios dias leyendo estos post y no hago mas que recordar momentos de mis viajes. Las peleas de Muai Thai, las tribus de las montañas, los putos aduaneros de Myanmar (si habeis visto "El expreso de medianoche" sabeis de que hablo porque era igual!) aquel niño de Myanmar al que le di un caramelo y se lo metio con envoltorio y todo! (Creo que fue el primer caramelo que veia!) los baños que habia en los baretos de Patpong que te quitaban, no las ganas de mear si no de vivir! Todo eso son las experiencias que supongo llegan a condicionar tu forma de ser, y llegan a convertirte en lo que eres y eso es lo mejor de viajar. Como Mastercard,...no tiene precio.

Saludos
Vasilly Zaitsev