2009/10/05

Papeleo y burocracia

Este viernes me vi en la obligación de hacer un trámite burocrático. Y digo obligación no porque no quiera llegar al resultado para que cual realizo el papeleo, sino porque odio los tediosos y absurdos trámites que nos exigen para la cosa más simple del mundo. La administración tiene todos nuestros datos; y todo certificado, impreso o documento que nos vayan a pedir lo tenemos que pedír en algún otro sitio de la administración, por lo que tenemos que hacer nosotros, y presencialmente (que es lo que más me toca los cojones) algo que podrían hacer ellos, sobre todo al tratarse de trabajadores bajo unos mismos jefes: El Estado. El mismo Estado que saca todos tus datos en cuanto les hace falta para perseguirte, espiarte o detenerte, es incapaz de acceder a tus datos cuando es en tu beneficio, tócate los huevos.

Hoy en día las tecnologías de la información han avanzado tremendamente, pero me da la impresión de que la administración está siempre con diez años de retraso respecto a la sociedad. Entiendo que implantar cambios tecnológicos a una escala tan masiva debe ser complicado, y que por ello los cambios llegan poco a poco, pero muchas veces el problema reside en los funcionarios. Muchos llevan toda la vida tramitando los papeleos de un mismo modo y cualquier cambio les afecta de sobremanera. Lo entiendo, pero, ¡qué cojones! Que se les obligue a aprender, al igual que los demás seguimos aprendiendo día a día en nuestro trabajo, y con la mitad de su sueldo y un tercio de sus beneficios (horas de libre disposición, absentismos de lujo, cursos pagados...)

Este es un tema que siempre me ha enervado, pero lo de este viernes clama al cielo: Llamo el lunes para informarme sobre cierto trámite:

- Kaixo, egun on, izatezko bikote egiteko deitzen dizut...
- Perdona, en castellano, por favor.
- ¿¿?? No sabes euskera?
- Si, pero prefiero en castellano.
- ¿¿?? Bueno, está bien. Mira, que llamaba porque...

Para empezar, la que me cogió el teléfono no quiso hablar en euskera a pesar de que estoy en mi derecho, y entender me entendió, así que algo sí sabe, esta es de las que cuenta en las estadísticas como orgullosa trabajadora bilingüe. Seguimos: Me informó de cuando, donde y como hay que hacer los trámites, así que este viernes me acerqué a la hora acordada, al sitio acordado, con todos los papeles previamente impresos y rellenados, para evitar movimientos absurdos.

- No, aquí no es, mira, es que precisamente hoy este asunto ha pasado a ser responsabilidad del departamento de Justicia.

Puta casualidad. Subo una planta más, y me atiende un clon de Bernardo. Le comento el asunto y me dice que aun no tiene instalada la aplicación, que es la primera vez que le toca tramitar esto, y tras entrar a preguntar a varios compañeros deciden bajar a hablar con la persona que se encargaba de esto hasta ahora. Viva. De puta madre, que competentes son. Bajamos de nuevo a la primera planta y buscamos a la persona que se encargaba de esto. Bernardo le pregunta algo, y esta responde:

- Pero es que yo ya no me encargo de esto.

Y sin sacar la cabeza de entre sus papeles, le da las mínimas instrucciones a su compañero - la ley del mínimos esfuerzo - y vuelve a sus cosas. Bernardo, obediente, recoge los papeles que le indica su compañera, sella algo como entrada, nos lo fotocopia y dice que ya está. Ahora toca esperar la confirmación... más les vale que llegue, perdí un día de trabajo y no se si este asunto está finiquitado! En fin... funcionarios.

PD: Mensaje más o menos oculto en algún lado del texto. A ver quien es el primero que lo pilla. :)

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